En reuniones el me observaba,
me hacía la desentendida con mi mejor postura
buscando su mirada.
Con una sonrisa al pasar rozaba mi cuerpo,
y su cara acariciaba mi hombro,
no se animaba a lo que tanto yo deseaba
un ardiente beso en el cuello,
que siempre dejaba al descubierto para excitarlo.
Mis ojos brillaban soñando algo más entre el y yo,
hacer realidad lo que hacía tiempo
había invadido mi vida su amor.
Dolly.
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